uno de sus tesoros culinarios menos conocidos es el «Pan de Pichón», una delicia que pocos han tenido el privilegio de probar.
En la actualidad, numerosos restaurantes y panaderías de la región elaboran este exquisito pan. Su origen, sin embargo, se remonta a la panadería «La Huachita Panadería de Pomuch» en Pomuch.
Según cuentan los propietarios de este establecimiento, fue el tío Jorge quien, siendo gerente en aquel entonces y tras unas copas de más, solicitó al panadero Gustavo García Chabelo que preparara un pan relleno con jamón y queso para calmar su estómago.
Gustavo, utilizando la masa destinada al pan francés habitual, agregó jamón, chiles jalapeños y queso Daysi, un tipo de queso mexicano similar al cheddar pero más seco y robusto. Posteriormente, el bocadillo fue horneado en un horno de piedra, dando origen así al sabroso «Pan de Pichón»; El resultado fue tan delicioso, que lo siguieron preparando y decidieron ponerlo a la venta.
La magia del Pan de Pomuch reside en su proceso de horneado en hornos de piedra con maderos de “Tukul”, en lugar de utilizar hornos convencionales. Este método no solo le confiere un sabor espectacular al ahumarse con la madera, sino que también le otorga una consistencia única, suave pero crujiente.
Otro de los grandes secretos del Pan de Pichón es su masa, enriquecida con manteca de cerdo para evitar que el pan se seque rápidamente. Imaginen cómo el queso se derrite alrededor del pan, combinándose a la perfección con el jamón y el jalapeño. ¡Una auténtica delicia!
