Este domingo, dos terroristas atentaron contra Ministerio del Interior en la capital turca.
Turquía ha bombardeado en la madrugada del lunes objetivos del PKK en el Kurdistán iraquí, horas después de un atentado suicida de esta organización que dejó dos heridos en el centro de Ankara, la capital. El Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), grupo armado considerado terrorista por Turquía, la UE y Estados Unidos, reivindicó el ataque ocurrido el domingo, horas antes de la apertura de la nueva sesión parlamentaria que debe validar la entrada de Suecia a la OTAN.
En la operación “para neutralizar el PKK” se han destruido “20 objetivos utilizados por terroristas”, según ha informado el Ministerio de Defensa. “Los aviones del ejército turco bombardearon sectores (…) de la región de Bradost, así como la aldea de Badran”, ha indicado a AFP Ihsan Chelabi, alcalde de Sidakan, en el Kurdistán iraquí, ubicado cerca de la frontera con Turquía e Irán. Además, el Ministerio del Interior ha confirmado que la policía ha detenido a 20 personas en redadas contra sospechosos vinculados al PKK en Estambul y en otros lugares de Turquía.
El ataque de la mañana del domingo reivindicado por los kurdos estuvo dirigido a la sede policial situada en el Ministerio del Interior, en una zona en la que se encuentra el Parlamento y otros edificios gubernamentales. La explosión hirió a dos policías, que se encuentran fuera de peligro.
Un vídeo grabado por una cámara de seguridad muestra un vehículo gris que estaciona lentamente frente al edificio. Uno de los atacantes se baja del auto y avanza con un arma en la mano antes de detonar la bomba frente a la entrada, muriendo en el acto. El segundo hombre sale del vehículo, pero desaparece de las imágenes, engullido por el humo y el polvo levantados. Después es abatido por la policía.
La sesión del Parlamento se mantuvo con normalidad. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, aprovechó su discurso para arremeter contra “los desquiciados que amenazan la paz y la seguridad de los ciudadanos”. “No lograrán jamás sus objetivos”, afirmó. El debate estuvo centrado en la entrada de Suecia a la OTAN, bloqueada durante meses, precisamente por las diferencias entre Estocolmo y Ankara sobre los movimientos kurdos.
Desde mayo de 2022, Turquía retrasa la entrada del país escandinavo en la alianza militar reprochando la clemencia de Estocolmo hacia los “terroristas” y los movimientos del PKK. El primer ministro sueco, el conservador Ulf Kristersson, aseguró que su país “confirma una vez más su compromiso a favor de una cooperación a largo plazo con Turquía en la lucha contra el terrorismo”.
En su discurso parlamentario, Erdogan ha sido especialmente duro con la Unión Europea, a la que ha reprochado haberle hecho “aguardar desde hace 40 años en su puerta”. “Nosotros cumplimos todas las promesas que le hicimos a la UE, pero ellos no han cumplido casi ninguna de las suyas”, ha reprochado. Y ha añadido: “No toleraré nuevas exigencias o condiciones al proceso de adhesión” de Turquía.
La furia del presidente ocurre después de que el Tribunal Europeo de Derechos Humanos recriminase a Turquía haber condenado a un hombre por pertenecer a una organización terrorista armada, basándose en el simple uso de la aplicación de mensajería encriptada ByLock. El sistema es considerado por el Gobierno turco como la herramienta de comunicación más utilizada por los presuntos responsables del intento golpe de Estado de 2016, que causó 250 muertos y provocó al menos 10.000 detenciones y numerosas purgas.
Con información de El País.