México intensificó sus exportaciones hacia Estados Unidos antes del impacto político que supuso la victoria de Donald Trump y el Partido Republicano en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre. En octubre, las exportaciones no petroleras aumentaron 13.9%, marcando su mayor registro desde julio, cuando crecieron 18%, según datos del Inegi.
Mientras las exportaciones hacia el resto del mundo crecieron un 11.6%, el comercio con Estados Unidos avanzó más rápidamente, impulsado por el T-MEC, la pandemia y el conflicto comercial entre Estados Unidos y China. Especialistas señalan que la economía mexicana es altamente sensible a las políticas de su principal socio comercial.
Humberto Calzada, economista jefe de Rankia Latinoamérica, destacó la dependencia de México hacia Estados Unidos, mientras Jorge Flores Kelly, de Aporta Consultoría Estratégica, señaló que la relación es histórica. Según Flores Kelly, México aporta mano de obra calificada, mientras que Estados Unidos ofrece capital financiero, creando una integración cada vez más fuerte.
Los datos del Banco de México muestran que el 83.2% de las exportaciones mexicanas entre enero y septiembre de este año se dirigieron a Estados Unidos, la mayor proporción en 18 años. México mantiene un superávit comercial con su vecino del norte desde 1995, lo que refleja una relación económica sólida que trasciende los cambios de gobierno.