La presidenta de Georgia, Salome Zurabishvili, denunció este lunes en una manifestación frente al Parlamento que las elecciones parlamentarias del pasado sábado fueron “robadas” por el partido gobernante Sueño Georgiano, el cual tiene inclinaciones prorrusas. En su discurso ante decenas de miles de manifestantes, Zurabishvili declaró que los georgianos no habían perdido la elección, sino que “les robaron los votos y el futuro”, y aseguró que continuará apoyando el camino europeo para el país.
La presidenta informó que había conversado con seis presidentes extranjeros sobre la situación, y que ninguno de ellos reconoció los resultados de las elecciones, considerando necesaria una investigación, posiblemente con apoyo internacional. Según Zurabishvili, el presunto fraude incluyó irregularidades en el sistema de voto electrónico, utilizado por primera vez en Georgia, donde se detectaron documentos de identidad duplicados en varias regiones. También acusó la existencia de métodos tradicionales de fraude, como la compra de votos y la presión sobre funcionarios públicos.
En los resultados preliminares, Sueño Georgiano obtuvo el 53.92 % de los votos, mientras que la oposición alcanzó el 37.78 %. Cuatro bloques opositores que obtuvieron escaños en el Parlamento se unieron a las protestas, denunciando al gobierno como prorruso y autoritario.
La Unión Europea, que suspendió las negociaciones de ingreso con Georgia, instó a las autoridades locales a investigar las irregularidades reportadas durante el proceso electoral. Desde el Kremlin, se acusó a fuerzas extranjeras, en referencia a Estados Unidos y la UE, de intentar desestabilizar a Georgia cuestionando la legitimidad de las elecciones. En respuesta a la polémica, el primer ministro georgiano, Irakli Kobajidze, aseguró que la integración europea sigue siendo la prioridad de Georgia en política exterior y expresó su deseo de reanudar relaciones con Bruselas.
Con información de DW.
AR