Un equipo de investigadores de la Universidad de Edimburgo y cirujanos del Hospital Sixth People’s de Shanghái han desarrollado nanorrobots magnéticos que podrían revolucionar el tratamiento de los aneurismas cerebrales. Estos dispositivos, 20 veces más pequeños que un glóbulo rojo, están diseñados para ser guiados a través de las arterias hasta el lugar afectado, donde liberan una proteína llamada trombina que ayuda a bloquear el aneurisma, evitando así hemorragias graves y daños cerebrales.
Los nanorrobots tienen un núcleo de nanopartículas de óxido de hierro, que les confiere su carácter magnético, y están recubiertos por un material orgánico que se funde al calentarse. En pruebas realizadas con conejos, los robots fueron inyectados en una arteria, guiados mediante campos magnéticos externos hasta el aneurisma, y agrupados en el lugar del daño. Una vez ahí, se calentaron hasta que su revestimiento se fundió y liberaron la trombina, bloqueando el aneurisma y previniendo posibles hemorragias cerebrales.
Actualmente, el tratamiento de los aneurismas es complejo y requiere procedimientos quirúrgicos largos y delicados, en los que se insertan espirales metálicas o estents para controlar el flujo sanguíneo. Los investigadores proponen que esta nueva tecnología podría ser una alternativa menos invasiva y con menor riesgo de rechazo por parte del cuerpo, además de reducir la dependencia de fármacos anticoagulantes.
Aunque los resultados iniciales han sido exitosos en animales pequeños, el siguiente paso será probar la tecnología en animales más grandes, como cerdos u ovejas, y optimizar su capacidad para alcanzar aneurismas más profundos. Si bien los investigadores creen que aún falta tiempo para su aplicación en humanos, estiman que esta tecnología podría estar disponible en una o dos décadas.
Con información de El País.
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