En la Ciudad de México, empujar un automóvil detenido de manera inesperada, aunque parezca una solución inmediata, está regulado por el Artículo 12 del Reglamento de Tránsito. Este establece que, salvo en situaciones específicas, realizar esta acción puede acarrear sanciones económicas.
Según la normativa, empujar o remolcar un vehículo está permitido únicamente bajo las siguientes condiciones:
- Si el automóvil cuenta con un sistema diseñado específicamente para remolcar o empujar.
- Cuando el vehículo está obstruyendo la circulación.
- Si representa un riesgo para terceros o para sí mismo, permitiéndose moverlo solo hasta colocarlo en un lugar seguro.
En contraste, está totalmente prohibido que los vehículos de transporte público sean empujados o remolcados por medios distintos a una grúa. Fuera de estos casos, empujar un auto podría considerarse como “uso indebido de la vía pública”, lo que genera multas que oscilan entre 10 y 20 Unidades de Medida y Actualización (UMA), equivalentes a montos de entre 484.11 y 2,171.40 pesos. Adicionalmente, esta infracción conlleva la pérdida de tres puntos en la licencia de conducir.
Costos adicionales por grúas
En caso de que la infracción derive en el uso obligatorio de una grúa, se deben considerar los siguientes costos, según la Secretaría de Administración y Finanzas:
- Vehículos de hasta 3.5 toneladas: 963 pesos por el servicio de arrastre.
- Vehículos mayores a 3.5 toneladas: 1,920 pesos.
El incumplimiento de esta regulación puede implicar un desembolso significativo si se suman los costos de la multa, la pérdida de puntos en la licencia y el uso del servicio de grúa. Por ello, se recomienda optar por alternativas como contactar una grúa autorizada para evitar sanciones.
Con información de informador.
AR
