En las comunidades del interior del estado la celebración del “bix” del Día de Muertos o el ochavario es algo común a diferencia de la capital yucateca.
Orlando Casares Contreras, arqueólogo del Centro Yucatán del Instituto Nacional de Antropología e Historia, indicó que esta tradición es muy común en el interior del estado.
“Como cualquier tradición de la península no es inmune a sufrir cambios, sobre todo en donde la interacción con otras partes del mundo es mayor, es ahí en donde los cambios serán más rápido, especialmente por los gustos y expectativas de las nuevas generaciones”.
En la ciudad, a diferencia de la vida rural los cambios se van dando de forma más rápida, esto refleja el resultado de la pérdida de la vida de comunidad.
El antropólogo explicó que mientras más grande es una ciudad más cambios se sienten y hay menos interés por parte de sus habitantes por conservar las tradiciones, esto se debe a que muchos habitantes traen consigo sus propias tradiciones y en parte la gentrificación acentúa este cambio, pues las políticas para que vengan más personas a vivir, especialmente de otros países, hará que se promueva también, tradiciones y/o expectativas generadas en otros contextos distintos al nuestro.
Además dijo que cuando una tradición suele desaparecer es cuando no ha creado sentido de pertenencia con las nuevas generaciones.