En los últimos años, los cárteles de la droga en México han incrementado el uso de drones con explosivos para realizar ataques no solo contra el Ejército, sino también contra autoridades locales, estatales y en algunos casos contra civiles. Estos dispositivos se utilizan en retenes y territorios disputados por diferentes grupos, según la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), que solicita un aumento en los recursos para fortalecer la respuesta de las unidades operativas ante este tipo de amenazas, que se dirigen tanto a instalaciones militares como a poblaciones civiles.
Actualmente, los soldados utilizan binoculares para identificar drones en el campo, diferenciando entre aquellos de uso recreativo y los que representan un peligro. Sin embargo, la complejidad de estos ataques ha aumentado. En febrero de este año, un ataque con drones explosivos en los límites de Coalcomán y Tepalcatepec, en Michoacán, provocó la muerte de cuatro soldados y dejó nueve heridos. Los estados donde el uso de estos drones ha sido más frecuente incluyen Michoacán, Nuevo León, Jalisco, Puebla, Chiapas, Guerrero y Guanajuato. La Sedena ha proyectado la compra de 434 inhibidores de drones para enfrentar este problema, al que Estados Unidos ha clasificado como narcoterrorismo.
Luis Cresencio Sandoval, quien era titular de la Sedena hasta marzo pasado, informó sobre un creciente número de ataques en Michoacán, donde las autoridades han decomisado 980 drones con fines delictivos. Guanajuato también ha sido una entidad recurrente en el uso de esta tecnología; el primer caso documentado ocurrió en 2017, cuando el entonces fiscal Carlos Zamarripa reportó el decomiso de drones con bombas y detonadores de alta potencia.
Especialistas como Ghaleb Krame, coautor del estudio «Narcodrones: rastreando la evolución de las tácticas aéreas de los cárteles en los conflictos de baja intensidad de México», advierten que los cárteles han avanzado en la sofisticación y adaptabilidad de sus drones, integrando complementos como cámaras térmicas y mayores capacidades de carga para transportar explosivos. Esta evolución en el uso de tecnología por parte de los cárteles representa un desafío significativo para las fuerzas de seguridad y las estrategias de defensa.
Con información de El Buen Diario.
AR