(EFE).— La ciudad de Atlixco, principal productora de la “flor de muerto” o cempasúchil, comenzó con anticipación el corte de esta flor ante el aumento de la demanda para adornar los altares del Día de Muertos, que se conmemora en el país los días 1 y 2 de noviembre.
Atlixco, en Puebla, es considerada un Pueblo Mágico por el gobierno de México por la tradición de los campesinos que recolectan la flor en cientos de hectáreas para abastecer a varios estados del país.
Los productores han mencionado que la meta de este año es vender la producción de 500 hectáreas por unos 80 millones de pesos, y emplear a unas 10,000 personas de forma temporal.
El objetivo es llevar el cempasúchil a diferentes altares y calles para que, con su olor y color brillante, guíen a las almas de los fallecidos a las casas de sus seres queridos, convivan y se alimenten, como marca la tradición en México.
Esta flor endémica se corta con machete o una hoz, vara por vara, y el cortador selecciona las mejores, pues no debe ir manchada, quebrada o deshojada.
Modesta Delgado Juárez, productora de cempasúchil, explicó a EFE que este año se adelantó nueve días la fecha habitual del corte, pues uno de sus clientes en Guerrero le solicitó la flor para adornar una iglesia y, en general, ha crecido la demanda.
“Ahora vemos que se está utilizando, dependiendo de las creencias que tienen en otros estados. Por ejemplo, estamos cortando desde el 17 de este mes debido a que la flor se la están llevando a Tlapa de Comonfort, Guerrero, debido a que tienen otras tradiciones, que seguramente inician antes”, señaló Modesta.
Reveló que el costo es muy elevado este año, pues en el mercado están dando el “chongo”, un montón con unas 25 flores, en 70 pesos, aunque los productores dan una maleta de cuatro “chongos” en 125 pesos.