El sacerdote católico Marcelo Pérez, defensor de indígenas y campesinos en Chiapas, fue asesinado a balazos tras celebrar una misa el domingo, según informaron las autoridades. Pérez, un indígena tsotsil y activista reconocido, recibió disparos cuando se encontraba en su camioneta, luego de oficiar en una parroquia de San Cristóbal de las Casas.
Con más de dos décadas en el sacerdocio, Pérez era conocido por mediar en conflictos sociales y denunciar la falta de acción de las autoridades ante la violencia del crimen organizado. Desde 2015, era beneficiario de medidas cautelares de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) debido a amenazas en su contra.
A pesar de contar con protección, las medidas fueron insuficientes para evitar su asesinato, denunció la oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México, que calificó el hecho como «absolutamente inaceptable». La Iglesia Católica y varias organizaciones exigieron una investigación exhaustiva.
El gobernador de Chiapas, Rutilio Escandón, condenó el asesinato y aseguró que se colaborará con las autoridades para que los responsables enfrenten la justicia. Por su parte, la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, garantizó que no habrá impunidad.
Pérez encabezó numerosas marchas por la paz, denunciando la creciente violencia en Chiapas, especialmente en zonas afectadas por la disputa entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco. Su activismo lo convirtió en un blanco de amenazas, pero siempre mantuvo su compromiso con la justicia y la paz entre los pueblos indígenas.
Con información de Dallas News
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