Las declaraciones de Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, sobre declarar a los carteles mexicanos como organizaciones terroristas han generado una fuerte división en México. Por un lado, la mandataria Claudia Sheinbaum se ha pronunciado en defensa de la soberanía nacional, asegurando que México no aceptará injerencias externas. Por otro lado, senadores de la oposición, como los del Partido Acción Nacional (PAN), apoyan la medida y destacan la necesidad de una colaboración internacional para frenar la violencia que aqueja al país.
Trump anunció el pasado domingo que todos los miembros de pandillas extranjeras serán expulsados de Estados Unidos, y que los carteles mexicanos serán designados como terroristas. En respuesta, Sheinbaum destacó que México «nunca se va a subordinar», pero algunos senadores del PAN argumentan que el anuncio evidencia fallas en la política de seguridad de su administración. Entre ellos, Marko Cortés, líder del PAN, señaló que la violencia en México exige una respuesta coordinada a nivel internacional.
Por su parte, Lilly Téllez, senadora del PAN, acusó a Sheinbaum de solapar a los narcotraficantes, argumentando que, en lugar de responder a la amenaza de Trump, la jefa de gobierno defendió a los criminales. Esta declaración se produce en un contexto en el que los mexicanos se dividen sobre la posibilidad de que Estados Unidos intervenga en la lucha contra el crimen organizado. Una encuesta reciente muestra que el 46% de los ciudadanos estaría de acuerdo con la colaboración, mientras que el 50% se opone.
Desde el inicio de su mandato, Sheinbaum enfrenta críticas sobre la inseguridad en el país, con una alta tasa de homicidios durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Los recientes comentarios de Trump ponen de manifiesto la vulnerabilidad política de México en su lucha contra el crimen. Clemente Romero Olmedo, experto en seguridad, considera que la situación actual podría llevar a acuerdos de cooperación entre ambos países, aunque advierte que los intereses de Trump están más centrados en su electorado que en el bienestar de México.
Con información de Aristegui
bvp
